martes, 23 de agosto de 2011

De lo perdido, lo encontrado...

De unas semana para acá recibo el mismo mensaje, a la misma hora, todos los días.

Todo empezó el día que platicaba con una nueva amiga que encontré; en realidad, la conocí hace años, pero hemos cambiado tanto, que ya es como nueva. La vi por la noche, de manera improvisada, ella estaba un poco triste y yo, considerándome lo más fregón de este mundo, pensé que podía animarla.

Después de burlarse un rato de mi porque confundí Insurgentes con Cuauhtémoc, decidimos ir al Péndulo, después de tener un episodio 'complicado' y ver fugazmente a una compañera del trabajo.

Vimos vinilos, libros, tomamos una cerveza, fumamos un par de cigarros y terminamos echando un café y cenando en el París. Ella me escuchó atentamente toda la noche -qué desconsiderado de mi parte, según la quería alegrar-. Yo le explicaba que lo mejor para mi era pasarla en casa y tratar de exponerme lo menos posible a la vida y así evitar algún daño (again) que me pudiera hacer alguien. Ella escribía rápidamente en mi celular.

Después de terminar lo que hacía, me hizo prometer que no iba a revisar mi celular, hasta que la nota se mostrara por si misma.

Al día siguiente, tarde y toda dormida salí al trabajo, pensando otra vez en lo ordinaria, pero segura, que podía llegar a ser mi vida si yo me lo proponía. A las 7:23, sonó la alarma con un mensaje de texto que leí, mientras escuchaba The Universal de Blur.


"You can not find peace by avoiding life" 
Virginia Wolf

Está programada, hasta donde vi, por el resto del año y no pienso quitarla. Con aquella frase, cada día me acuerdo de que tengo todavía muchos pendientes.

Gracias @miriposita, por siempre animarme a encontrar lo que no he buscado.


1 comentario:

Miriam dijo...

¡Qué bonito post, Lú! La confianza y el amor sanan poco a poco con el tiempo, es hora de volver a mi, es hora de volver a ti. Qué bueno que estás en el camino.