martes, 20 de septiembre de 2011

En mi cumpleaños, la bandera ondea a media asta.

"Tengo la certeza de decir que estoy en presencia de uno de los desastres más grandes que he visto en la historia de la Ciudad de México desde que nací en ella"
Jacobo Zabludovsky

Aquella mañana, existían muy pocos que pudieran hacer ese recorrido, pero él tuvo la fortuna -literalmente hablando- de tener un teléfono celular en su automóvil, una rareza en aquellos años. Me refiero a la transmisión en vivo que Jacobo Zabludovsky hizo en un recorrido por el centro al poco tiempo de que sucedió el terremoto. Empezó ingenuo y con un tono afable, haciendo la inspección de rutina; podría decirse que gozaba de poder dar en exclusiva el reporte de algo que nadie más podía transmitir con tanta inmediatez.  Poco a poco sus ojos se volvieron los de miles, que ante una televisión sin transmisiones, rumores y visiones de humaredas prendieron sus radios para escuchar una voz que cada vez se notaba más alterada ante la realidad: la ciudad estaba partida en dos y él era el único que informaba en un recorrido improvisado que daba la nota. 

Esta fue la primera noticia que el país recibió de aquel acontecimiento, la primera impresión de una capital que quedó destruida ante los ojos de sus habitantes. Algo que marcaría definitivamente el rumbo político y social de México.












Cada año en mi cumpleaños, cuando me levanto, vienen a mi mente las imágenes de manos que acarreaban escombros, las mujeres haciendo de comer para desconocidos, las grúas que salieron a trabajar gratis, las brigadas ciudadanas, la ayuda comunitaria y a una sociedad dirigiendo en conjunto una crisis. ¿Podemos hacerlo de nuevo? Supongo que el 19 de septiembre la bandera aún ondea a media asta porque no la hemos podido levantar. La mejor forma de honrar la memoria de aquellas personas, que murieron víctimas de la corrupción de constructoras, civiles y gobierno, es la investigación y solución a fondo de todo lo que develó este hecho. No hemos terminado lo que hace más de 20 años comenzaron todos esos desconocidos al cambiar para siempre la acción ciudadana en un país que ahora, nuevamente, se encuentra en medio de una crisis y que nadie se ha encargado de solucionar.


El testimonio que dejan estos videos podría ser un ejemplo para deducir qué podemos hacer ahora. La cooperación ciudadana es y seguirá siendo el único medio para superar las dificultades por la que hoy pasa nuestro país. Olvidar eso sería la peor deshonra para los que murieron hace 26 años, cuando la gente común y corriente reconstruyó esta Ciudad con sus propias manos.

4 comentarios:

Unknown dijo...

tantas cosas que vienen a la mente al leerte, y no me explico cómo sólo mediante las tragedias, nos unimos, y recuerdo los ciegos de Saramago que intentan sacar provecho; ahora el país está en medio de una gran tragedia, en la que chorrea sangre del televisor, pero sin conocerlo, muchos se cobijan bajo el poema: "Primero arrestaron a los comunistas; como yo no era comunista, no hice nada"... Supongo que tu cumpleaños viene acompañado de sentimientos encontrados, yo me pregunto cuándo volverá a surgir el mexicano solidario y combativo.
Valga para felicitarte de nuevo por tu cumpleaños y enviarte abrazos.

Unknown dijo...

Exacto, me provoca sentimientos encontrados, Pedro. Siempre fue mi obsesión, no por morbo, sino por todo lo que hay alrededor. Muchas dudas, pendientes y deudas. Mi libro favorito del tema es Nada Nadie, de Elenita Poniatowska. Gracias por comentar y por tus felicitaciones :D

Unknown dijo...

Las imágenes son impresionantes. La cámara es testigo de la amarga situación por la que pasaron nuestros: padres,abuelos, tíos, hermanos, maestros vecinos, y en general todo aquel capitalino con los que ahora aún podemos compartir esta gran ciudad, pero pareciera que el país es más fuerte para hacer frente a desastres provocados por la naturaleza que para hacer frente a los desastres socio-políticos por los que ahora estamos sufriendo amargas jornadas. ¿Qué fue lo que motivo en ese terrible terremoto a miles de mexicanos ayudarse los unos a los otros y que en la actualidad no nos motiva a luchar por una paz social aún cuando van al menos 40,000 muertos en esta guerra estúpida y sin posibilidades de ganarse? ¿En que era diferente la sociedad mexicana de esa época? en que momento nos volvimos un pueblo enfermo de apatía inconcebible? ¿En que momento decidimos dejar que el gobierno decidiera nuestro destino aun cuando sabemos que no es el que nosotros como nación queremos?. Creo que son buenas preguntas y, hasta que no empecemos a hacer algo por responderlas y actuar podremos empezar a levantar la bandera mexicana hasta el tope de la hasta

Unknown dijo...

Las imágenes son impresionantes. La cámara es testigo de la amarga situación por la que pasaron nuestros: padres,abuelos, tíos, hermanos, maestros vecinos, y en general todo aquel capitalino con los que ahora aún podemos compartir esta gran ciudad, pero pareciera que el país es más fuerte para hacer frente a desastres provocados por la naturaleza que para hacer frente a los desastres socio-políticos por los que ahora estamos sufriendo amargas jornadas. ¿Qué fue lo que motivo en ese terrible terremoto a miles de mexicanos ayudarse los unos a los otros y que en la actualidad no nos motiva a luchar por una paz social aún cuando van al menos 40,000 muertos en esta guerra estúpida y sin posibilidades de ganarse? ¿En que era diferente la sociedad mexicana de esa época? en que momento nos volvimos un pueblo enfermo de apatía inconcebible? ¿En que momento decidimos dejar que el gobierno decidiera nuestro destino aun cuando sabemos que no es el que nosotros como nación queremos?. Creo que son buenas preguntas y, hasta que no empecemos a hacer algo por responderlas y actuar podremos empezar a levantar la bandera mexicana hasta el tope de la hasta