Como dice la canción: "...entre circuitos yo nunca me perdí"; y hoy me dispuse a recorrer esos pequeños rincones que me hicieron enamorarme de tus colonias, que me llenaron de confort y se convirtieron en mi hogar.
No tienes nada excepcional, querido Satélite, pero marcaste mi vida. Siento tener que dejarte, pero es inevitable.
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