viernes, 24 de agosto de 2012

----


Del desengaño me quedan pequeños destellos.

A mi de pronto me brota tu sonrisa, esa que me volvía loca. Una que otra vez tintinea por ahí el recuerdo del brillo en tus ojos que ahora sé que es falso.
A veces sólo pienso, recuerdo y me sonrío, al mismo tiempo que me cuestiono ¿en qué momento pensé que esto iba a suceder?.
Otros días nada más puedo pensar que a veces toca aprender los errores de la forma más dura; miro hacia arriba, me encojo de hombros y me pregunto si algo de lo que pasó tocó en algún momento ese corazón que antes creía frío y ahora sé que está ausente.
El peor engaño que pudiste hacerme es permitir que me engañara.
Aún así, te sigo buscando la justificación perfecta. Me niego a creer lo que realmente eres.
Tal vez ya no esté tan dispuesta a cargar este peso. Nunca pensé que alguien fuera capaz de robarme esa fuerza de depositarme en el otro.  

Lapidaste el pequeño mundo que me había construido.

Todo fue mi engaño y esa pendeja sonrisita que me llevó incoherente por todos estos meses.            Todo por tan poco a cambio.

Nada por  todo a cambio.
                                                                                                                                                             
Pero sé bien que mi fiel espíritu es lo único que no me abandonó. Sé bien que pronto esto tendrá que ser el más triste de mis recuerdos y para ti la más pesada de tus culpas. 

El problema es que yo no quería ser tu culpa... sólo quería acompañarte por ahí de la mano.

¿Qué tuviste que pasar? ¿Cuánto tiempo te vas a proteger bajo esa creencia que lastimaron tu alma para seguir lastimando las demás? ¿Me puedes devolver algo, algo, tantito o poquito de la alegría que sentí el primer día en que te conocí?

Mi mantra para pasar de ti es: 

“Sólo los muertos se mueren de amor”.

Maligno by Aterciopelados on Grooveshark


No hay comentarios: