De todo esto tiene la culpa mi padre -si es que esto es malo-, porque siempre tuvo una gran inclinación por la ciencia ficción.
Justo de eso hablaba ayer con mi amigo Map. "Mi mamá es muy abierta en el cine; Inglourious Basterds, Kill Bill y Dogville le parecieron maravillosas. Además es muy fan de la ciencia ficción."
A mi familia le encantaba volarse todo el fin de semana viendo Dune, Labyrinth, Soylent Green, Metrópolis, The Day that the Earth Stood Still y cosas por el estilo, que me mandaban a la cama con toda clase de sueños o pesadillas. Por lo tanto muchos de mis recuerdos serían recreados falsamente en mi cabeza porque, sí, esta era la costumbre que más disfrutaba con mi familia.
Así fue como, 15 años después me reencontré con muchos de mis recuerdos, aquellos que yo creía falsos y que muchos me dijeron que eran inventados, en lugares más cercanos de los que pensaba.
| Nautilus, en Paseos del Bosque, Naucalpan, Estado de México. |
Muy cerca de casa de mi mamá, hace muchos años descubrimos unas obras de un arquitecto llamado Javier Senosiain. Miriam, una amiga de la universidad, y yo, navegabamos buscando información de Gaudí y llegamos a lo que consideraban su representante mexicano.
Muy atraída a las formas de sus diseños, me enamoré. Sé que muchos arquitectos le desprecian por no tener una estética convencional o ser demasiado ecléctico. Yo no sé las cuestiones técnicas, estéticas y de diseño, pero cuando por fin estuve en el interior de sus obras sentí que había regresado a mis sueños y recuerdos de niña.
Senosiain, quien nos dio el recorrido, nos platicó algo que me hizo tanto sentido en la cabeza: "Desde que nacemos, nos meten en una caja; imagínense, venimos de un precioso vientre redondo, confortable y cálido y, de repente, nos meten en la incubadora, luego nos llevan a una cuna con barrotes, de ahí a una cama en una casa cuadrada, con ventanas y puertas llenas de ángulos que no son naturales en nuestra tierra. Finalmente nos entierran en una caja."
A veces, estando en su interior te sientes totalmente fuera de contexto; regresas a túneles en la tierra, hechos a tu medida, descalzo caminando sobre una alfombra tersa. La ciudad te acostumbra tanto a esa masa de concreto terriblemente caluroso y lleno de chicles pegados, que simplemente no puedes creer que estés parado en una ventana redonda, un jardín rodeado de mosaicos, flores y figuras extrañas viendo todo el caos y contaminación de la ciudad justo debajo de toda esta estructura.
| Conjunto Satélite |
Pensaba en Dune y como vivían los Fremen, me imaginaba a la serpiente como el gusano productor de la especia. O podía ser un raro paraje de los que visitó el barón de Münchhausen, que es linda ficción del siglo XVIII y cuya película (falta que alguien se aviente la del Preste Juan) inevitablemente me hace recordar tiempo al lado de mi hermano.
| Interior del Nautilus |
No basta con seguir platicando mis forevereadas, sólo quisiera decir que haber estado ahí me regresó la confianza de saber que lo que pienso se puede volver realidad. Ahora sólo me queda recordar y pensar esos momentos al lado de mis 4 parientes más cercanos que me llevaron a ser todas la contradicciones que hoy soy. ¡Benditos!
| El Nido de Quetzalcóatl |
2 comentarios:
Ceciluca me encanta leerte =)!!! Post nuevo, post nuevo!!! Jajaja. Besos
Gracias Cariñito!!! Muchos besitos!
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